Adiós Roberto: Retrato Social y Cultural de la Argentina Postdictadura

Hace poco tuve que investigar mucho para dar un seminario sobre historia del cine queer latinoamericano en Latinx Pride,
un evento del festival de cine feminista y queer llamado Vierte welle (La cuarta ola, en alusión a la cuarta ola del feminismo) en Berlín. 

Para esta investigación vi la película “Adiós Roberto” de Enrique Dawi (1985), no solo me sorprendió el hecho de habla abiertamente de una pareja homosexual, sino como los estereotipos se seguían replicando con la vuelta de la democracia y con una crisis del sida que estaba empezando a hacerse notar.

Pueden verla en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=i0gitCErHOg

Análisis:

Para dar un pequeño contexto a quienes no son de Argentina, 1985 fue un año clave en la historia del país, marcado por varios acontecimientos significativos:

  • Apenas dos años antes, Argentina había recuperado la democracia tras una brutal dictadura militar.
  • Ese mismo año, se llevó a cabo el juicio a la Junta Militar, en el que los líderes de la última dictadura fueron condenados a penas de prisión perpetua. Este juicio sentó un precedente importante para otros países que también atravesaron dictaduras, tanto en la región como en España.
  • En el ámbito cultural, se estrenó el clásico del cine argentino Esperando la carroza, una comedia con humor criollo que aborda temas como el cuidado de las personas mayores y la disfuncionalidad de las familias de clase media.
  • También en 1985, se lanzó La historia oficial, una película que narra la historia de una madre que descubre que su hija adoptiva es hija de desaparecidos. Un año después, esta película ganaría el Oscar a la “Mejor Película Extranjera”.

En este contexto, Adiós Roberto surge como un intento de abordar temas que durante años habían sido postergados. Con el retorno de la democracia, la película se atreve a cuestionar y explorar temas que hasta entonces habían sido tabú, reflejando el deseo de cambio en una sociedad que comenzaba a abrirse a nuevas realidades.

La película en si, se estructurá mediante flashbacks y los pensamientos intrusivos del protagonista, quien cuestiona su nuevo romance con Marcelo. Desde el inicio, la presentación de los personajes nos ofrece pistas sobre la relación actual entre Roberto y Marcelo.
Al despertar, Roberto se mira al espejo, cuestionando lo ocurrido la noche anterior, y decide vagar por las calles del centro de Buenos Aires. Observa vidrieras, una banda callejera, y hasta se detiene en un puesto de diarios con revistas para adultos.
La música de fondo crea una atmósfera opresiva que refuerza la nube de culpa y confusión que lo persigue.

La película comienza abordando el tema del divorcio/separación. Roberto se separa de su esposa, con quien tiene un hijo en común, y busca un lugar donde vivir. Así conoce a Marcelo, un escritor homosexual que le alquila una habitación en su departamento.
Es importante mencionar que dos años después, en 1987, se promulgaría la Ley de Divorcio en Argentina, y que la homosexualidad no se despenalizaría en Buenos Aires hasta 1990.

El barrio y la culpa de la ciudad:

Escena: https://www.youtube.com/watch?v=o6KulW3sr24
“Pero vos no viste las pendejas que pasan por la calle? ¿Cómo te vas a estar clavando un trolo? “

Una de las primeras escenas ocurre cuando Roberto se encuentra con Luisito, un amigo del barrio, quien le pregunta: “¿Pero vos no viste las pendejas que pasan por la calle? ¿Cómo te vas a estar clavando un trolo?”. El barrio se presenta como un espacio contenedor de las normas morales, donde la masculinidad tiene sus primeros referentes. El encuentro con Luisito es un burdo cuestionamiento que culpa a Roberto por haber abandonado ese espacio de confort. La ciudad se convierte en un lugar de perdición, donde se pierden los códigos morales y habitan personas “extrañas” que corrompen a los provincianos.

La música, similar a la de una película de terror, intensifica el juicio moral que Luisito impone sobre Roberto, y no el miedo que podría generar la posibilidad de ser homosexual ( o eso espero).

Estereotipos que atrasan:

Pero a pesar de empezar superprogre, vuelve a caer en estereotipos que venían marcando el Cine desde sus inicios.
Se cruzará con una señora que lo interroga a donde va en el ascensor, al bajarse y darse cuenta a qué piso va pone caras. La mujer chusma que sabe” el tipo de vida” que lleva ese inquilino. El juzgamiento por parte de los vecinos, será también una pequeña porción de la mirada inquisidora de la sociedad.
Podemos meter como cliché también el hecho de que una mujer es la chusma, pero también podríamos cuestionar la educación de generaciones anteriores que muchas veces replicaban un machismo mismo siendo mujeres hacia otras mujeres.

En fin, Marcelo abre la puerta en un Kimono rojo de gasa. No digo que no pueda usar un kimono, pero está asociado a lo exótico, así como también la elección del color que nos marcará pasión, fuego, pero también lo prohibido.
La elección del vestuario y su color no deberían dejarse al azar. Nos está diciendo que el personaje homosexual es apasionado, casi rondando lo libertino. Clásico pensamiento conservador que el homosexual no tiene reparos en acostarse con todo el mundo, así como también la feminidad de la prenda.
El rojo será ligado trágicamente a la homosexualidad, como en el personaje de “La manuela” en “Lugar sin límites, de Arturo Ripstein (1978″) y su vestido de flamenco. Pero si tienen dudas del color rojo, pregúntenle a Almodóvar que bien sabe usarlo como su marca personal, atribuyéndole el doble significado de dolor y locura.

Por cierto, si quieren ver El lugar sin límites, está por suerte también en YouTube:
https://www.youtube.com/watch?v=W55bZ0Ay0sE


A todo esto, Marcelo es un escritor medianamente famoso, que se la pasa escribiendo en su departamento, reuniones con editores y exposiciones de arte.
Caemos nuevamente en el homosexual culto, artista y que se mueve en círculos de arte donde también hay homosexuales como él. De hecho, cuando van a la galería de arte podemos ver a una pareja de Lesbianas.

La familia y la costumbre del macho que golpea a su hijo:

” ¿En qué carajos nos equivocamos tu madre y yo?”

Lamentablemente, no está la escena en YouTube, pero escena fuerte si la hay. ¿Qué persona queer no escucho esta frase?

Una escena poderosa muestra a Roberto en su trabajo, cuestionándose qué pensaría su padre fallecido. El fantasma de su padre aparece y lo golpea “mentalmente”, mientras sus compañeros de trabajo permanecen ajenos. Aquí se refleja el primer lugar de cuestionamiento: el hogar. Los padres se autoculpan por la orientación sexual de sus hijos y lo niegan, preocupándose más por cómo serán percibidos por los demás. En esta escena, se hace evidente la horrible idea internalizada de resolver los conflictos mediante la violencia, intentando imponer una supuesta “normalidad” a través del miedo.

La iglesia

Escena: https://www.youtube.com/watch?v=FAKyHaOzhlg
“Idiota, esto no se arregla en el confesionario

En otra escena, Roberto se imagina volviendo a la iglesia del barrio para confesarse. Al revelar que vive con un hombre, el cura le propina un golpe físico y moral, sacando a relucir su homofobia. El cura cita la Biblia, defendiendo que el matrimonio es solo entre un hombre y una mujer y que el sexo debe ser exclusivamente para la procreación.
Los que supuestamente aman a todos, terminan siendo siempre los más odiantes a lo que es como ellos.

Masculinidad:

En uno de los flashbacks de Roberto, lo vemos con una trabajadora sexual, la primera mujer con la que estuvo. Es importante recordar que, en muchas ocasiones, era común que algunos padres llevaran a sus hijos a burdeles para que tuvieran su primera experiencia sexual. Sin embargo, ese no es el foco principal de esta escena. Parafraseando a la mujer: “… Esto te pasa porque no te atendieron bien”. Esta frase es el reverso del comentario que muchas veces se le hace a las lesbianas: “Eso es porque no has probado con un buen hombre”.

Lo que esta escena subraya es que la orientación sexual no tiene que ver con la calidad de una experiencia sexual con el sexo opuesto, sino con el deseo inherente y auténtico de la persona. La película destaca que la atracción y la identidad no se definen por experiencias pasadas, sino por el verdadero deseo que cada uno siente.

Conclusión

La película Adiós Roberto utiliza clichés y frases repetidas hasta el cansancio para exponerlas por lo que realmente son: horribles, homofóbicas y retrógradas. Sin embargo, lo hace con un propósito claro: captar el espíritu de una Argentina en transición, donde la reciente vuelta a la democracia comenzaba a enfrentar el desafío de abordar la homosexualidad en un contexto cargado de prejuicios y estereotipos.

A través de los ojos de Roberto, la película nos sumerge en sus dilemas internos, su culpa, y el rechazo de una sociedad que aún se resistía a aceptar la diversidad. La historia personal de Roberto sirve como vehículo para reflejar la realidad de la comunidad LGBT en los años 80, mostrando lo que significaba vivir y amar fuera de los estándares heteronormativos de la época.

Aunque Adiós Roberto cae en algunos tropezones y estereotipos, no deja de ser un paso crucial para que el cine argentino comenzara a tratar estos temas con mayor apertura y profundidad. La película abrió el camino para que futuras producciones se atrevieran a explorar la diversidad y la identidad sin las restricciones que, hasta entonces, habían dominado la pantalla.

Extras:

Póster:
Hay tres aspectos clave en los carteles de la película que me gustaría analizar brevemente:

1 – La insinuación de que la relación íntima ocurre bajo los efectos del alcohol, lo cual perpetúa la idea
de que estos encuentros solo pueden darse en un estado de desinhibición o falta de control.

2 – El uso del fondo rosa, que actúa como una referencia visual al estereotipo gay, acompañado por la acción de Marcelo al colocarle un pañuelo a Roberto en el saco, reforzando otro estereotipo vinculado a la feminización de los hombres homosexuales.

3 – Finalmente, el color rosa también contribuye a la rápida categorización de la película como una “película gay”, simplificando su contenido y reduciéndola a un enfoque exclusivamente basado en la identidad sexual de los personajes.

Texto de la contratapa:
UNA RELACIÓN VITAL Y AFECTIVA… PERO LA SOCIEDAD NO PERDONA. / ADIÓS ROBERTO es la comprobación de que los argentinos estamos llegando a la madurez expresiva. Un tema jamás tocado por nuestro cine, con ritmo de comedia. Enrique Dawi plantea el duro conflicto de la relación homosexual, las represiones, la hostilidad del medio, las vergüenzas.

Víctor Laplace más expresivo en cada trabajo, correcto el resto del elenco, buen montaje y fotografía, dan otro resultado altamente positivo para el revitalizado cine artesanal argentino.

Banda sonora:
Armando Tejada Gómez, “Un golpe de timón”, 1984.
La canción principal está basada en un poema de Armando Tejada Gómez, el mismo cantautor folklórico que escribió ” Canción de todos” que era un obligado en el cancionero que nos hacían cantar en los actos de la primaria, y que interpretaría nada menos que Mercedes Sosa.
“El cambio de timón” claramente hará referencia al cambiar” de bando” entre lo hetero y lo homo.


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